con cuántas personas puedes estar varios minutos en silencio sin necesidad de decir nada?
con cuántos amigos puedes oler un río o sentarte en un trono élfico tallado en el tronco de un árbol y mirar sus hojas hacia arriba, evocando una pintura puntillista?
con cuántos seres puedes saltar al agua helada de una poza oculta entre la maleza en pleno invierno?
a mi me cuesta encontrar espíritus con los que compartir cosas así…
por eso arborizo y yo somos amigos; porque compartimos ese tipo de cosas desde hace muuucho tiempo… y lo que en algún momento comenzó como la típica o atípica historia “chico-conoce chica”, hoy se ha tranformado en un gran amoramigo.
quizás porque nos gustan cosas parecidas y estamos desconectados de una forma parecida del mundo, entiendo el dolor que rezuman sus ojos esmeralda; la pena que vierten sus manos mientras trata de engañar el llanto, preparando un huerto tardío; la tristeza que refleja su boca en ensayo de sonrisa…
le entiendo porque ha perdido a un gran amor, su gran amor, su amigo, su compañero, su hijo…
dice la canción que algo se muere en el alma cuando un amigo se va… yo creo que es cierto, algo se muere en el alma…pero el amor no. el amor continúa aunque ese amigo ya no esté…
jack, donde quiera que estés, espero que volvamos a verte en otra vida…
Raquel Galavís
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