hay veces que encontramos almas gemelas de forma casual, inesperada y por eso sorprendente. y de pronto sientes que nada es tan raro, ni tan extraño, y que te entienden y que entiendes. simplemente te entiendes antes de empezar a hablar incluso…esa química llega siempre sin avisar, son los juegos del azar, las sincronicidades. y puedes compartir una peli en un cine de los de antes con olor a antiguo, como si te conocieses de toda la vida…
y entonces sabes que has ganado una amistad para largo. esos encuentros hacen que la vida cobre otro brillo y que los malos momentos sirvan para algo bueno al fin y al cabo…
y entonces grabas en tu pupila esa puesta de sol perfecta que recordarás siempre.
Raquel Galavís