soledad

soledad
tanto miedo dá esta palabra?
por qué tanto miedo tenemos a estar solos?
miedo a mirarnos dentro, a escucharnos, a conocernos…
miedo a enfrentar nuestra sombra, ese lado oscuo que todos tenemos y que ocultamos bajo capas y capas de socialización, ofreciendo a la galería el personaje que creemos conseguirá que no nos abandonen…
dependientes emocionales, no sabemos respetar nuestros espacios de reflexión, preferimos aturdirnos en la superficie enjabonada de la diversión efímera
dependientes y codependientes, como el binomio infinito
pues uno no puede darse sin el otro, tan unidos van como el día y la noche.
reclamo espacios internos, reclamo espacios de crecimiento, de encuentro con nuestra alma
reclamo mi reino, aquel en el que yo sola me río de mi misma, me enfado conmigo y me quiero con locura, me sorprendo de mis reacciones o me intuyo en mis expectativas
el reino de mi yo, para seguir conociéndome cada vez más, a medida que el sol cada verano acentúa más mi edad…
sol…
edad…
empiezo a entender lo atractiva que resultas,
empiezo a entender por qué siempre me fascinan aquellas personas que son capaces de disfrutarte sin miedo, que te cultivan, que te miman y te sostienen como talisman curativo
empiezo a no temerte más…
y justo ahora que empiezo a amarte, te marchas de nuevo?
en compañía estoy y te echo de menos…pero te volveré a llamar, en algún momento volveré a decirte: ven, te espero, ya no tengo miedo.

Raquel Galavís

loneliness is better when you’re not alone. hello saferide. introducing…

sushi en cerdedo

hace poco he estado en cerdedo, y he vislumbrado un atisbo de esperanza.

de hecho se lo cuento a todo aquel que quiera escucharme. que hay otras formas, otras posibilidades. que no hemos venido a esta “realidad” para pagar hipotecas o alquileres desorbitados y alienarnos en al frío asfalto de las ciudades.

a ningún sitio conduce en mi opinión la perspectiva aterradora que nos ofrece la city en estos momentos: stress, paro, individualismo exacerbado, precios inalcanzables…

ya se que llevo años presumiendo de bucólica, pero es que el paso del tiempo y la situación actual hacen que me regocije, me reafirme y me recarcajee  al recordar los comentarios de alguna “amiga” de hace ya 10 años, cuando en mi idealismo  de los “veintitantos” llevé a la práctica mi decisión de cambiar la modernitá urbanita, por la vida en el campo. de aquella,  tales “amigas”, horrorizadas, no entendían mi opción, a lo que recuerdo haber contestado entonces, que yo tampoco entendía ni compartía la suya ( la vida teleplásmica envasada al vacío y precintada, que se podía comprar hasta hace poco en los bancos, centros comerciales etc…bastaba una tarjeta de crédito, una nómina …y ya estaba el paquete completo: hipoteca, préstamo personal, tele de plasma financiada, etc….

ya sabemos que nadie lee la famosa letra pequeña, pero estoy segura de que en la que envolvía semejantes “caramelitos”, no avisaban de los efectos perjudiciales para la salud emocional de nuestra sociedad, de semejante dictadura del materialismo: a saber, depresiones, ansiedad, misantropías, psicosis varias, bi-tri y hasta cuatri-polaridades con tanto recibo y tanto interés que regalar a los que manejan el cochuflo…y ello sin contar lo peor de todo, la creciente incapacidad del ser humano de amar, de entender el amor como única posibilidad de salvación de nuestras desubicadas almas.

¿es que no sabemos que un bebé privado de amor muere de inanición? el amor en cualquiera de sus formas, de familia, de pareja, de amigo, hacia lo que nos gusta, hacia los animales. el amor como una llamita que cultivar dentro, despacio, despacito, como un buen guiso. amor a las cositas pequeñas, a la risa de tu nene, al olor de la primavera, a las cosquillitas en el estómago cuando conduces entre los valles de la aldea con tu música preferida a todo volumen… el amor a la vida, y sin duda, el más difícil, el amor a los otros y a nosotros mismos. pienso que aún nos queda mucho camino para conseguir un cambio, un cambio que sin duda debería comenzar por una revolución en el sistema educativo que,  ya desde nuestra mas tierna infancia, nos engaña, nos manipula, nos somete, nos impide ser.

por eso, conocer a un grupo de treintañeros licenciados en las bellas artes, que viven en el campo y saben plantar un huerto, construir un tejado, diseñar con un Mac de última generación y buscarse las castañas en cualquier lugar del mundo… esto me parece un ejemplo de cambio, de esperanza y de evolución hacia un futuro mas equilibrado.

si eso lo aderezamos con compañerismo, generosidad, solidaridad, multiculturalidad, un exquisito sushi y unas deliciosas navajas, el plato resultante es un domingo delicioso, que recordaré siempre.

gracias Lisi, por llevarme a semejante paraíso!

Raquel Galavís

for emma. bon iver. for emma, forever ago

“cántame un cuento”

es lo que me dicen últimamente los labios de mi nene cuando me acuesto a su lado…

es el mejor momento del día, es estupendo. como lo es también cuando puedes poner en marcha una idea, o un proyecto con el que soñabas desde hace tiempo, así de manera casual-causal, con el encuentro de alguien inesperado, que te aporta eso que estabas buscando…

este sábado lo estrenaremos por fin, ¡cuentos con música!: B.S.O en directo y proyecciones audiovisuales que acompañarán la contada

conoceremos a un Elvis reinventado que reniega de las vegas y del título de rey, a un niño rubio metido a titiritero en Melodía en la ciudad, y a tres Chibos Chibóns muy espabilados.

¡contaremos, cantaremos, bailaremos y reiremos seguro!

en la guitarra, armónica, diseño gráfico y making off divertidísimo tendremos al señor Mato Armada  (aka Juan Luis)

en el público, a todos los que quieran acudir a la Biblio Anxos Casal de Santiago el Sábado 21 a la 12:00 pm.

en el mundo canguro para atender a Nanook mientras mami cuenta lo que Mato canta y Mato canta lo que mami cuenta, a la Buba y a la Nena

y en los cuentos-contados estaré yo, como siempre, más féliz que una perdiz, cumpliendo un pequeño sueño…

os dejo fotitos del genial making off, en tierras arousanas, que fue aderezado por el riquísimo catering de Marisa y Juan Fernando,  adornado por las viñas de esta zona de cuento y jugado con los lametazos de Tita, Telma, Cana, Barton y demás camada de la casa… ( son fotos subjetivas, claro, no esperéis que os revelemos la receta de nuestro plato, para ello tendréis que venir a probarlo!)

casi ni nos dábamos cuenta de que estábamos trabajando… ¡y eso que fueron sesiones maratonianas!

gracias a todos por acogerme como una más de la familia…

Raquel Galavís

outro-m.ward-holdtime

René…

Magritte. hace tiempo, la reprodución barata en papel de una de sus obras formaba parte de mi vida, de eso hace mucho tiempo…
paseo por la galería de este museo sin esperar nada, con curiosidad tranquila. pero a medida que avanzo por sus lienzos, por sus dibujos y por toda la parafernalia del arte de galería, este hombre de mirada traviesa me va conquistando poco a poco…pero no tanto por su obra si no por la personalidad que trasmiten las fotografías que acompañan la exposición.
entre revelado y revelado imagino la vida de este artista rodeado de otros grandes de una época explosiva, años de expresión sin límite, de experimentación, de riesgo… el sueño de todo aquel dedicado al “arte”.
pero sin duda donde termina de emocionarme, de atraparme, es en la constante presencia de su compañera Georgette Berger en su vida, en su obra y seguro que también en sus sueños. hombre entregado a una sola fémina, desde los 17 años, amor de juventud fiel hasta la senectud.
de su obra me quedo con lo que falta, con la parte que completar, que evocar, que imaginar y que pensar…no lo puedo evitar, me gusta la parte activa del espectador, el juego, el reto.
de su personalidad con la sencillez que rezuma este señor de bombín.
de su biografía, con las pupilas seductoras de una Georgette de 16 años, enamorada hasta el tuétano de este, por aquel entonces todavía, proyecto de artista, en aquellos adolescentes años de explendor en la hierba.
de sus palabras, con estas:
 todo lo que sé de la esperanza que pongo en el amor es que sólo a una mujer  corresponde el darle realidad.

Raquel Galavís

too many birds-bill callahan- sometimes I wish we were an eagle

un día cualquiera

un mensajero del otro lado de la ría me ha citado en un punto de la ciudad para hacerme llegar un sobre. a las 15.30 me he acercado al lugar convenido, he caminado por el pantalán de madera escuchando el taconeo de mis zapatos verde esmeralda. mientras escrutaba la ría en busca del barco que traería mi encargo, he imaginado los adioses que llenaron esta bahía en otros años de emigrantes. el viento me ha susurrado al oído el llanto de las despedidas, de las promesas de amor eterno, de las esperanzas de otros futuros más allá del hambre y los sabañones, de las maletas humildes de camiseta, pantalón de loneta y chaleco…

al fin lo he divisado allá a lo lejos, sereno, acercándose a mi puerto. me he imaginado a mi misma como la heroína de una película de espías recibiendo un mensaje cifrado, o en una película romántica, citándome a escondidas con un amor imposible…

el frío aire de febrero me ha levantado la falda de volantes con caricia juguetona y he saltado al barco, ansiosa por encontrarlo. en el mostrador me estaba esperando, solitario, casi disculpándose por mostrarse abandonado, envuelto en una bolsa negra, sin más datos. nerviosa lo he cogido y he saltado de nuevo a tierra. he repisado mis taconeos traviesos y me he metido en el coche sonriendo, deseando devorar este nuevo encargo. lo he abierto y allí estaba “cuentos de eva luna” para leerlos y releerlos de nuevo, por arriba y por abajo, del derecho y del revés, de la cabeza a los pies…

tengo cuatro días para devolverlo a su dueño transformado en voz de cuento…

vamos a ello!

Raquel Galavís

“chocolate blanco o negro” (a few years later..)

este texto lo escribí hace tiempo. me ha acompañado durante años, ha vertebrado  un proyecto audivisual para la Xarxa TV, ha sido regalado, guardado… pero siempre vuelve a mi…

“De pequeña me gustaba el chocolate blanco cuando el resto de mis amigos se morían por el negro; guardaba en los bolsillos de mi abrigo piedras, papeles, palitos… y  todo tipo de cosas inútiles que encontraba, tan sólo porque me encariñaba con ellas, las había encontrado en un lugar especial o me recordaban a algo o alguien. También coleccionaba bolsas de papel, que exhibía abiertas encima de las estanterías  del armario de mi habitación, provocando la sorpresa de los que entraban en ella, que no entendían la sensación que desde siempre me ha producido el cartón, el papel,  la cartulina…esa sensación de abrigo, de calidez, de protección, de melancolía, de antigua papelería llena de pequeños tesoros que descubrir muy, muy despacio, perdiendo todo el tiempo del mundo en observar cada utensilio, cada lápiz, cada libreta, agenda, goma de borrar, papel de regalo, sobres, ceras de colores, rotuladores carioca… esa sensación que empieza con un olor añejo, luego pasa por un color ocreanaranjadoradoverdoso y termina en una temperatura cálida. Una sensación que me teletransporta inmediatamente al lugar donde ese material empezó su historia: el bosque de frondosos árboles, que sin sospechar su fatídico papel en el mundo, tan solo se afanan en dar cobijo a los pájaros, servir de columpio a las ardillas, abrigar con sus ramas a las lechuzas y de vez en cuando, prestar su tronco a la espalda cansada de algún solitario caminante. El bosque de las hadas de la noche y los elfos de la mañana, el bosque del arroyo travieso que salpica su energía contagiando a las rocas de la orilla, mientras estas muestran sonrojadas su lado más oscuro en ese juego de coqueteo eterno. El bosque de nuestros ancestros en el que cazaban, se escondían, amaban, jugaban y lloraban…El bosque testigo de tantas historias humanas, secretos animales y existencias naturales…El bosque, testigo entonces y más tarde, convertido ya en papel,  el bosque como vehículo conductor de nuevas leyendas escritas por esa memoria colectiva que nos une a todos y nos hace bastante parecidos los unos a los otros , aunque creamos que el chocolate blanco no le gusta a casi nadie….Quizás porque coleccionaba bolsas de cartón, nunca entendí que en el cuento de los tres cerditos, la casa de ladrillo fuese la mejor y en cambio,  la primera, la de papel, fuese la mas débil…en mi imaginación,  ésta era sin duda la más bonita, aquella en la que yo quería vivir con mi príncipe encantado tal y como cantaba un famoso artista de la época. Además, con el paso de los años he aprendido a desconfiar de los materiales resistentes y a sorprenderme con la fortaleza de los aparentemente  delicados. Y así el agua del río acaba erosionando a su amada roca de tanto hacerle el amor.

Ahora me doy cuenta de que todo es relativo y sin duda el papel, como heredero directo de nuestro padre-bosque, guarda la fuerza  indestructible de saberse confidente de miles de secretos, guarda la fuerza de la vida, la fuerza de las historias…

Raquel Galavís

 

alexi murdoch- crinan wood-towards the sun

doce campanadas y un beso

1. el beso.

el beso suave

beso sincero…

2. el miedo.

el miedo a no poder.

a no querer…

3. el fango del recuerdo.

pegajoso,

sombra movediza como arena.

4. la emoción en el estómago,

la razón en el espejo.

5. el viaje.

hacia dentro, hacia dentro,

con la piel vuelta hacia dentro,

6. piel de serpiente abandonada en el armario

para ponérmela y disfrazarme de antes.

7. pero ahora no es antes,

ahora ya es luego…

8. y luego?

9. qué vendrá luego?

10. frío tiritando, reclamando su morada de invierno.

11. si.

usaremos el frío para curarnos este invierno

con tiritas de hielo.

12. pondremos vallas al campo…

pero no las saltaremos.

Raquel Galavís

the 5 ~ FWY! .ca 80’s ca 90’s. brave mysteries

arbolista de navidad

donde yo vivo hay muchos tipos de árboles, casi tantos como tipos de personas conozco…

hay árboles altos

y árboles bajos.

árboles grandes

y árboles pequeños.

árboles sabios de raíces profundas, centrados y estables, que resisten la embestida de galernas y vendavales

y árbolillos inmaduros, que tiemblan ante cualquier adversidad, ante cualquier viento fuerte.

hay árboles solitarios y tímidos que observan impasibles desde su atalaya el paso de las estaciones, impertérritos, eternos guardianes del silencio

hay árboles de piel camuflada, bellos pero inteligentes, que intentan pasar desapercibidos, como si fuesen una casualidad en el camino.

árboles de secano, alérgicos al agua

y árboles de regadío, que se empeñan en besar el río.

árboles con el corazón roto, que no entienden qué rayos les ha partido por el medio

y árboles con el corazón caracol, que miran el mundo con ojos perezosos.

árboles desorientados, procedentes de otras tierras y que por caprichos del azar han acabado durmiendo en estos lares, aunque sigan soñando con atardeceres en la Toscana…

árboles de cuentos de hadas

y árboles de cuentos de fantasmas.

árboles cantarines como las guirnaldas navideñas

y árboles silenciosos que ya no pueden decir nada.

árboles de mis valles, tan diferentes como las personas que conozco…

pero todos, todos, todos

bellos, bellos, bellos.

Raquel Galavís

garabato. greta. árbore

de masías y otros sueños

un sueño? restaurar una masía catalana.

cuántas cosas que amas podrías convertir en tu profesión?

para mi restaurar una casa y decorarla sería una de ellas.

he escuchado historias de abuelos que me contaban de cómo en sus tiempos construyeron sus propias moradas con su manos, sudor y esfuerzo, sin apenas medios económicos y ayudados por la mujer y los hijos. una tarea que en muchos casos les llevaba media vida y que ahora pueden mostrar orgullosos.

así ocurría en mi tierra, la de las casas de granito con muros gruesos y austeros, hace no demasiado tiempo.

y me maravilla descubrir cómo la arquitectura de una zona responde sin duda al clima y por supuesto a una cultura. y cómo esto se refleja en el caracter de sus moradores. hasta que punto nos convertimos en el espacio que habitamos, le impregnamos de nosotros y él nos impregna de si mismo.

en esta cataluña los relieves de la piedra no se parecen en nada al granito sereno. la masía es imponente, abierta y voluminosa. la luz puede permitirse vagar en sus huecos generosos sin miedo a mostrarse luminosa. las sombras se alargan en los muros silenciosos mientras la urbe bulliciosa burbujea a lo lejos.

paseando estas paredes me pregunto sobre las historias de sus antiguos moradores y por las de los actuales. espío los juguetes abandonados, que añoran las risas de sus dueños; los libros sin leer en las estanterías, que aguardan las caricias de otros dedos; el silencio del vacío; la calma de la espera, hasta que la casa se llene de nuevos con las risas y los ajetreos, los desayunos y los leños humeando en el fuego. huele a hogar, a vida, a familia.

Raquel Galavís

to build a home. ma fleur. the cinematic orchestra

¿qué música nos define?

pregunta natalie merchant…

hay un algo en las texturas, en las melodías, en la esencia, en definitiva en la visión del mundo que tenemos, que inevitablemente se refleja en lo que hacemos, y más aún si lo que se hace es algo artístico… en mi opinión para eso debería servir el arte, entre otras cosas, si lo queremos definir desde una posición utilitarista: para expresar lo que sentimos, lo que pensamos, lo que percibimos… en definitiva, nuestra visión particular y subjetiva de la vida interna y externa. ¿y esto nos hace únicos, nos diferencia?

yo pienso que no. por el contrario esto nos conecta con todos los demás, con el universo, con la vida en esa comunicación y con visiones similares a las nuestras que influyen, perfilan, enseñan, descubren, conectan con nuestra alma, por encima de la razón.

por eso seguiré escogiendo  películas o discos guiándome por la intuición, por la sensaciones que me transmiten la carátula, la foto de la portada o la tipografía, aunque no conozca el contenido. pocas veces me he equivocado. casi siempre tras ese envoltorio el contenido es más que delicioso.

Raquel Galavís

 sally ann -the house carpenter’s daughter. natalie merchant